Uruguay ganó hoy por 3-2 a una Argentina plagada de suplentes en el último partido de las eliminatorias sudamericanas por el Mundial de Brasil 2014, triunfo que no sirvió para que los uruguayos lograran el pase directo y evitaran jugar la repesca contra Jordania.
Cristian
Rodríguez, apenas transcurridos seis minutos de juego; Luis Suárez, de
penalti en el 34, y Edinson Cavani, en el 49, anotaron para Uruguay,
mientras que Maxi Rodríguez, en los minutos 14 y 41, descontó para los
visitantes.
El triunfo en el clásico rioplantense sí
sirvió a los uruguayos para garantizarse un lugar como cabeza de serie
en Brasil 2014 en caso de superar a Jordania en la repesca el próximo
mes de noviembre.
Uruguay, que ya tenía garantizada
la repesca, dependía para lograr el pase directo de una goleada ante
Argentina y que el partido entre Chile y Ecuador, que terminó 2-1 para
los chilenos, también terminara en goleada.
Sin
muchas más opciones para soñar con la clasificación directa, Uruguay
arrancó presionando a los argentinos con todo y en todos los lugares de
la cancha y pronto recibió su premio con el gol del 'Cebolla' Rodríguez
(m.6).
Argentina se encargó enseguida de que las
fantasías de una goleada se quedaran en el piso y pese a tratarse de un
equipo suplente y sin nada en juego, se hizo con la pelota, superó la
presión local y con un rápido ataque Maxi Rodríguez puso la igualdad en
el marcador (m.14).
Con el empate Uruguay se
desconcertó, se apuró y pronto se vio superado por una Argentina suelta
más que dispuesta a amargar a los locales.
Y sin
embargo, cuando menos lo merecía, el árbitro brasileño Marcelo de Lima
cobró un dudoso penal a favor de Uruguay que Suárez anotó para volver a
dar alas a la Celeste (m.34).
Uruguay volvió a creer,
y Rodríguez fue otra vez fue el encargado de quebrar las fantasías
celestes al empatar el tanteo al borde del descanso (m.42).
La
montaña rusa de las ilusiones uruguayas volvió a remontar en el minuto
49, tras una veloz combinación de pases que "Matador" Cavani convirtió
en gol, el tercero para su equipo.
Uruguay levantó
mucho y el sueño de clasificarse pareció acercarse, con las
oportunidades sucediéndose una tras otra en el arco de Romero, en donde
dos pelotas llegaron a estrellarse en el palo en menos de un minuto.
Pero no hubo más goles y Uruguay tuvo que conformarse con la repesca y el buen sabor de boca del triunfo en el clásico.