El cerrador de los eléctricos se encargó de mostrar su nueva cara frente a un público que, hasta hace algunos años, pedían su cabeza. Poco a poco, este derecho de El Tigre (Anz) ha ido retomando la confianza en el montículo y, realmente, estuvo intratable en los dos primeros juegos frente a Caribes de Anzoátegui.
Su imponencia en la lomita hizo que los bates de la tribu indígena parecieran de goma y a pesar de que ambos triunfos, de la nave turca, fue por la mínima diferencia (5-4; 6-5) tuvo la tarea de ponerle el candado a los dos juegos. Y ¡vaya que lo ha hecho de manera impecable!
De los seis bateadores que enfrentó en los dos primeros careos, solo uno se le embasó y por jugada de selección. El resto, apenas pudo sacar la bola del cuadro. Algo digno de apreciar.
“Como lo he venido comentando, me he concentrado en los últimos innings y las cosas han salido bien. Esto es lo que he trabajado durante toda esta temporada y lo seguiré haciendo”, atizó el cerrojo de Magallanes, la noche del jueves, cuando se apuntó su primer salvado en una final de la Lvbp.
Este notable dominio no solo se debe a un renacimiento de su carrera, sino que con el splitter (tipo de lanzamiento) con el que ha humillado a los rivales. “Gracias a Dios siempre el splitter ha estado conmigo desde que firmé y ese pitcheo me ha llevado hasta donde estoy, actualmente”, añadió el criollo.
Dupla letal
Machí no fue el único protagonista de la alegría vivida en Valencia. Junto a su compañero Juan Carlos Gutiérrez han conformado un dúo peligroso en los últimos innings, que, hasta el momento, le ha funcionado a Carlos García.
Independientemente que en los dos encuentros no hubo gran cantidad de carreras, estos dos peloteros han mostrado ser los verdaderos héroes del buen momento de Magallanes que los mantiene a mitad de camino hacia el título.
De igual manera, entre los factores que influyeron en las dos primeras victorias de la nave, se concluye que los fundamentos de la pelota se ejecutaron casi a la perfección. Lo contrario a Caribes, quienes apenas descifraron a sus rivales carabobeños.
El bateo tampoco ha sido tan contundente, aunque siete jonrones se han dado entre ambos equipos. En líneas generales, el buen pitcheo y la defensa es lo que ha marcado diferencia hasta este momento de la serie.
Aún queda tela que cortar, pero, si Magallanes mantiene este ritmo será un rival duro de roer en esta instancia definitiva
