viernes, 24 de enero de 2014

Eliézer Alfonzo se mide a su némesis




Víctor Boccone.- Valencia. Tres temporadas pasaron para que Eliézer Alfonzo regresara a Puerto La Cruz a disputar una final de la Lvbp. Sin embargo, en esta oportunidad habrá una gran diferencia en todo esto: El Matatán no estará en el dugout en donde vivió 15 temporadas. Su rostro se dejará ver en la acera del frente, donde Navegantes del Magallanes reanuda hoy la serie decisiva en tierras orientales.

Una emoción indescriptible sentirá el slugger de los turcos al pisar el terreno del Alfonso “Chico” Carrasquel, pues en su mente solo pasearán los recuerdos de aquel título de la 2010-2011, cuando el equipo que lo vio crecer en esta pelota profesional inclinara a los Tigres de Aragua y se convirtieran en los nuevos reyes del béisbol local.

Alfonzo no solo enfrentará a su Némesis cuando salte al engramado artifical del coso oriental. Su verdadero reto será medirse a la afición que hasta hace poco aupaba sus batazos de largo alcance en el feudo de Caribes. Ahora tendrá que ser paciente. Por nada en el mundo deberá caer de rodillas ante, lo que alguna vez fue su pueblo.

Quizás para algunos en este momento Alfonzo sea un villano en su propia tierra. Tal y como era considerado Robin Hood, quien “robaba” a los más ricos para ayudar a los pobres. Pues bien, El Matatán deberá asumir este reto con mucho profesionalismo. Más aún porque significa uno de los pilares fundamentales de la tropa de Carlos García.

Hay quienes dicen que Eliézer salió enfurecido de Caribes; sin embargo, tal y como dijo en una ocasión “Puerto La Cruz siempre será mi casa”. Y ¿cómo no serlo?, sí en esa plaza levantó la primera y única corona que posee Anzoátegui en nuestro beisbol.

Además de ello, hizo que su presencia fuera una insigne del equipo indígena, al dejar números envidiables, incluso hasta récords dentro de la franquicia como el de impulsadas de por vida (360) y jonrones (95), entre otros.

Por tal motivo, el regreso de Eliézer, con Magallanes, a la tierra que lo vio crecer no debe ser más que una sola alegría, sobre todo para los acérrimos fanáticos de Caribes de Anzoátegui.

Faltó guagancó. Hemos estado acostumbrados a ver un estadio a reventar en un primer juego de una final en nuestra pelota. La final 2012-2013 entre Magallanes y Cardenales dejó grandes satisfacciones por la gran cantidad de público que asistió a cada uno de los encuentros.

Pues bien, la noche del jueves, en el primer duelo de Caribes y Navegantes algo faltó en el estadio José Bernardo Pérez. No sé. El ambiente no pintaba como tal. Incluso hay quienes comentaron que la celebración del último out de Jean Machí a Gustavo Molina, fue tan igual como un juego de mitad de la temporada regular.

14 mil 277 aficionados se dieron cita para este primer cotejo. A las afueras el ambiente prometía, pero una vez iniciado el cotejo se sintió que los ánimos bajaron. Espero equivocarme de ahora en adelante.

Hoy llegamos a Puerto La Cruz, a cubrir nuestra primera serie decisiva en esa ciudad. Me comentan que el público es ensordecedor y que la algarabía contagia a cualquiera. De eso se trata, queridos lectores, hay que festejar este momento culminante de la Lvbp y dejar el gañote en las gradas. Puesto que falta poco para que el mejor deporte de este país baje el telón.




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