La
Ciudad Condal estaba de fiesta. Había derbi
en el Camp Nou. El Barcelona
estaba obligado a ganar para seguir la estela del Real Madrid, que le obliga a
jugar una final detrás de otra en pleno mes de diciembre. El Espanyol buscaba
seguir escapándose de los puestos de descenso, tras su victoria ante el Levante
la última jornada.
Los
periquitos llevaban cinco partidos sin marcar en el Camp Nou. Hoy al menos lo
consiguieron. De hecho, comenzaron asustando y silenciando al Camp Nou, como en
los mejores tiempos, con el
gol de Sergio García a los diez minutos de partido. Fallo clamoroso de Busquets,
que perdió el balón en el centro del campo. Se llevó el balón el delantero
blanquiazul, que aguantó bien en el área a Piqué, hasta que fusiló a Bravo.
El Barça reaccionó y dominó toda la primera parte hasta el descanso. Justo
antes de que pitase el árbitro, Messi
hizo de las suyas y puso el balón muy ajustado el palo, como le
gusta ponerlas al argentino. El
terrible gol psicológico que todos buscan y otros buscan evitar a toda costa.
A pesar de todo, los visitantes habían dispuesto de algunas oportunidades muy
claras. Las desperdiciaron y si perdonas, te castigan.
El
tanto del argentino hizo muchísimo daño a los de Sergio González, incapaces ya de recuperarse en lo
que quedaba de encuentro. Apenas comenzados los segundos cuarenta y cinco
minutos, Messi quiso dejar un destello, le hizo un caño a Fuentes, se acomodó
la pelota y cruzó perfectamente ante Casilla. El Camp Nou estaba rendido a su
estrella.
Apenas
un minuto después, Rakitic
pone un córner y gol de Piqué, que remató sin oposición alguna,
haciendo así su decimotercer gol como blaugrana en Liga, ocho de ellos en
córners. Se mantuvo el resultado durante un tramo de la segunda parte hasta que
Pedro hizo el cuarto tras salir del banquillo. Gran pase de Jordi Alba que dejó
solo al canario, propiciando así que no fallase a su cita con el gol ante el
Espanyol, el conjunto de Primera al que más tantos ha metido (6).
Y
aún quedaba uno más de Messi, que parecía picado por los tres goles que marcó
ayer el bicho portugués
en el Santiago Bernabéu. En el 81′ marcó el tercero, con un gran pase de Xavi a
Pedro, que solamente tuvo que ponérsela en bandeja a La Pulga. Era su duodécimo
gol contra el Espanyol, lo que le convertía en el máximo goleador histórico del
derbi catalán.
La
vida sigue igual. El Espanyol consigue poner en aprietos a su gran rival pero
acaba sucumbiendo. El Barça se mostró muy contundente, especialmente en la
segunda parte, y sigue recuperando sus mejores sensaciones. Mantiene la persecución al Real Madrid
y esta semana peleará con el PSG para conseguir la primera
plaza del grupo de Champions League.
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