viernes, 5 de julio de 2013

Mazinho, Thiago y Rafinha: una vida diseñada para triunfar en el fútbol

Thiago-celebra-Villarreal-2011-efe.jpg - 640x450Los hermanos Alcántara han aparecido en las páginas de los periódicos en los pocos días que han transcurrido de este verano, aunque por diferentes motivos. Mientras que Rafinha ha renovado con el Barça, se especula con la salida de Thiago al Manchester United. Una extraña bipolaridad que, sin embargo, haría feliz a una persona: a Mazinho, el padre de los dos hermanos.
Y es que el patriarca de los Alcántara tiene sus propios planes para sus hijos. Unos planes pensados desde hace mucho tiempo. De esta forma, la intención de Mazinho habría sido que sus hijos triunfaran en el fútbol profesional, pero siguiendo una hoja de ruta: que los dos perteneciesen a dos equipos distintos, que se convirtiesen en iconos de dos aficiones diferentes.
Tal y como publica El Confidencial, hasta el momento, su objetivo había sido muy difícil de lograr. Quiso que sus hijos entraran a formar parte de dos equipos diferentes, pero al final tuvo que ceder y permitir que ambos engrosaran las filas del club blaugrana. En este panorama, contrario a los deseos de Mazinho, lo único que el cabeza de familia podía hacer era pulir a sus vástagos con pequeñas diferencias entre ellos.

Caminos diferentes

A pesar de formar parte del mismo equipo, los dos hermanos Alcántara se han ido forjando diferentes caminos en algunos aspectos. Así, mientras que Thiago juega con la selección española, viste con Nike y juega de mediocentro, Rafinha juega con Brasil, viste con Adidas y tiene un perfil más goleador, con más presencia en el área. Matices que, aunque parezcan nimios, han configurado, poco a poco, dos jugadores bien diferenciados.
La llegada del verano y el buen papel de Thiago con la Sub-21 en el Europeo, además de su poca presencia en el campo con Tito Vilanova, han puesto al mayor de los hermanos Alcántara en la órbita del Manchester United. Y mientras su hijo deshoja la margarita y se deja querer, Mazinho cruza los dedos y espera el desenlace. Ilusiones no le faltan, porque todo parece indicar que el plan de Mazinho está a punto de cumplirse.

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